viernes, 8 de abril de 2005

Zezo Ribeiro, de regreso a la arena.

por Pablo Rego | El guitarrista brasileño presenta una nueva colección de diez temas bajo el nombre de "Casa Verde" ofreciendo un valioso abanico de miradas a la música de su país natal.

Además de la polifacética guitarra de Zezo, intervienen como invitados, John Patitucci, Guello, Osvaldinho y Simone Guimarâes, dando cada uno el matiz necesario para conformar las distintas pinturas propuesta en este trabajo editado por el sello español Nube Negra.

"Casa Verde" es el nombre del barrio natal de Zezo Ribeiro en Sâo Paulo, al que el guitarrista se remonta con un estilo depurado y una actitud madura, como regresando a sus orígenes, luego de un largo recorrido por diferentes estados personales y artísticos. 

Cada tema de esta nueva edición contiene, dedicadamente, elementos particulares, significados propios y una forma especial de ser tocados y de abordar la música brasileña: "Tres cantos" (sencilla, tonal y relajada), "Noite de Venus" (compuesta para Elba Ramalho), "Río arrojado" (Un tema exultante con una fuerte presencia de Samba y una percusión con reminiscencias amazónicas) "Ciumea" (en donde interpreta la guitarra soprano llamada “octavino” y es acompañado por Osvaldinho que toca el acordeón diatónico, mezclando mensajes y emocionadas evocaciones), "Malibú Copacabana" (un completo Funky carioca con mucho swing, ejecutado con guitarra española en el que aparece John Patitucci), "Comenzando a amar" (una melodía expresiva y romántica), "Chega" (es una evocación a la gran historia “internacional” de la música brasileña difundida por los grandes durante el siglo XX), "Taibinha" (inspirado por una playa del Nordeste de Brasil que lleva ese nombre), "Giuliana" (tema teñido de feminidad, inspirado y dedicado), "Mulheres do Ceará" (con letra de Zezo y música de Alemao es interpretado por Simone Guimarâes que imprime con su voz un aire de ensueño que parece traer de regreso el clima romántico de los años sesenta y setenta) 

La sólida formación, el talento y la experiencia adquiridos por Ribeiro en sus años de trayectoria con la música, hacen que el camino que transita el brasileño en la actualidad lo muestren como un verdadero continuador de la música de su tierra. 

La solidez y solvencia interpretativas demostradas en los registros de "Casa Verde" o en sus presentaciones en vivo, lo colocan en el inequívoco camino que transitaran, con su mismo origen, grandísimos artistas a lo largo del siglo XX. 

 Pero Zezo demuestra tener abiertos sus horizontes. Al tiempo que deja salir de la profundidad de su ser los recuerdos y las sensaciones de los paisajes brasileños, se involucra con un mundo dinámico y diverso que lo influyen en sus composiciones e interpretaciones, haciendo del suyo un arte para el mundo.



          

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