por Pablo Rego | Cuando se tiene entre las manos un disco llamado “Hotel Victoria” (nombre de tango
clásico) en el que un holandés, Carel
Kraayenhof, se presenta tocando el bandoneón, y un argentino, Juan Pablo Dobal, aparece tocando el piano,
difícilmente pueda ser imaginada la caja de sorpresas que resulta esta obra
discográfica que, además de un par de tangos y valses clásicos de la música
rioplatense, su contenido es un rosario de temas e inspiraciones folclóricos originales
de altísima calidad interpretativa.
Si bien Carel Kraayenhof es un reconocido y
destacado bandoneonista identificado con el Tango, género con el cual viene
tocando clásicos desde hace años por el mundo con su Sexteto Canyengue, con su Ensamble
y como solista, la reunión con Juan
Pablo Dobal, un pianista de
sólida formación, versátil y exquisito (radicado en Holanda e integrante también
el Sexteto), crea un
vehículo de expresión que potencia ambos talentos.
“Hotel victoria”
va retratando imágenes y épocas, con sonidos perfectamente elegidos para transmitir
esas pinturas geográficas o temporales de la música de origen popular y
folclórica, llevada al extremo del refinamiento por su proceso intelectual y
luego interpretada desde un flujo inexplicable de técnica y talento.
A lo largo del trabajo discográfico de dieciséis temas se
pueden apreciar tangos clásicos como “Adiós
Nonino” de Piazzolla en un solo
de Carel Kraayenhof, “Hotel Victoria” de Feliciano Latasa o el Vals criollo de Julio César Sanders “Luna
de Arrabal”. Pero esta estructura tanguera y arrabalera es apenas la
columna vertebral de un recorrido por temas del Folclore argentino como la
vidala chayera “Vamos a chayar” de Atuto Mercau Soria (gran rescate
cultural), las chacareras “La equívoca”
de Ariel Ramírez y “La carbonera” de los hermanos Ávalos, y una generosa entrega de
composiciones propias de Kraayenhof
y Dobal con inspiraciones en éstos
géneros que dibujan el mapa musical de Argentina, pero también pedacitos de historia
y la idiosincrasia multicultural fronteras adentro y afuera.
Cabe destacar los arreglos, a través de los cuales estos dos
grandes músicos le sacan todo el jugo al piano y al bandoneón desde el respaldo
propio de conocer ampliamente la música que tocan y todo el abanico de
posibilidades que ofrecen los instrumentos.
El holandés Kraayenhof
se aventura en profundizar con maestría en la cultura de un lugar del mundo del
que se manifiesta apasionado, desde el bandoneón y el Tango, buceando en otros
géneros que aparecen viajando hacia los antiguos arrabales de la ciudad y
terminando en la extensa geografía sudamericana. La inspiración del argentino Dobal y su conocimiento de la música de
raíz de su país, recrean con otro aire, pero con el mismo sentimiento, la
expresión sonora de su pueblo.
“Hotel Victoria”
es un trabajo para disfrutar, para conocer, una propuesta amplia y rica, con el
piano y el bandoneón como instrumentos destacados y un sonido instrumental de
gran calidad técnica e interpretativa.