Cuando un disco es la expresión creativa del
artista que experimenta su universo con todos los sentidos, capitalizando las
vivencias para transformarlas en música, el trabajo conseguido, la obra
completa, es un mundo de arte vivo que transmite emociones, sensaciones,
paisajes sonoros, en cada una de sus melodías.
Este
nuevo álbum que tiene como protagonista a la guitarra es una vivencia
grabada, una serie de impresiones con alto grado de espontaneidad, variedad de
climas, juegos sonoros y mucha participación de grandes artistas e instrumentos
particulares. Los temas, todos compuestos por Buttery, tienen diversas inspiraciones, desde una utópica reunión
de Egberto Gismonti con el cineasta Bernard Hersog en Manaos hasta un viaje desde Cachemira en el norte de India
hasta el Sahara en Marruecos siguiendo los pasos de la ruta que tomara en su
día Led Zeppelin.
“Guy
Buttery” es la visión particular del músico que con mucho talento y
técnica, utiliza todos los recursos a su disposición (que no son pocos) para
llevar hacia adelante la propuesta del sonido, creando unas formas musicales
particulares, llenas de inspiración y sensibilidad.
Este guitarrista sudafricano reconocido en
muchas partes del mundo, que ha sido invitado a tocar durante muchos años en
países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia,
Francia, Brasil e Italia, es un hombre muy conectado con la naturaleza y se nutre de ella sin
esfuerzo, por su experiencia de vida, habiendo nacido y crecido en un pueblo
costero del norte de Sudáfrica, rodeado de granjas, sembradíos, la costa del
océano Índico y la vida silvestre.
Para grabar este nuevo trabajo, Buttery decidió instalarse en una casa en medio del campo en Zululandia (KwaZulu-Natal, Sudáfrica), a donde comenzaron a acudir de apoco muchos de sus amigos músicos que se sumaron al proyecto. En el sonido del disco quedaron registros del ambiente del campo gracias a las sesiones realizadas con las puertas y ventanas abiertas, pero también se puede escuchar una integración de artistas que crean entre todos una expresión musical sudafricana renovada y viva.
En el álbum puede apreciarse la gran destreza
de Buttery en guitarras acústicas, mbira
(pequeño piano africano que se toca con los pulgares) y texturas
acústicas ambientales. Además, participan colaborando algunos de los mejores
músicos sudafricanos incluyendo a Vusi
Mahlasela (vocalizaciones no verbales), Dnan Patlansky (guitarra eléctrica), Nids Van Der Spuy (cuatro, guitarra acústica y eléctrica), Shane Cooper (bajo acústico), Derek Gripper (guitarra clásica), Gareth Gale (batería), Chris Letcher (piano Wurlitzer y
órgano) y Qadasi (arco de boca umhupe
y concertina) También fueron parte de las grabaciones artistas de otras partes
del mundo como Lorenzo Mantovani
tocando el sarangui hindú y Piers
Faccini en coros, así como el reconocido músico alemán radicado en EE.UU. Will Ackeman en guitarra acústica, uno de los ídolos a lo largo de la
vida de Guy, gentileza de Windham
Hill Records.
Escuchando atentamente este potente disco la
música de fusión, de raíz, el entrecruzamiento de culturas y la creatividad
humana se manifiestan por todo lo alto, evolucionando la World Music,
derribando límites mentales en la apreciación y llenando el alma de reconfortante
nueva música.
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